Only YOU Hotels y Sevilla: redefiniendo el concepto de lujo

No se trataba de inaugurar otro hotel boutique

No. El reto era destacar en una ciudad donde el lujo no se mide sólo en amenities, sino en la calidad y el estilo de vida. En un mercado saturado y con un sevillano experto en detectar el mínimo amago de impostura, había que conectar desde la verdad, con frescura, con autenticidad.

La estrategia: del lujo a la categoría

El hallazgo fue claro: el lujo sevillano no tiene que ver con etiquetas, sino con una forma de ser. Un estilo de vida que Only YOU compartía y que supimos desde el primer día empezar a comunicar.

Con un tono alejado de los tópicos de fuera.

Los copys de la campaña fueron guiños directos al sevillano de verdad:

Con una dirección de arte que cuidaba el detalle al máximo.

Una fotografía que respetaba la esencia cosmopolita de Only YOU, pero con un alma profundamente local.

Con un despliegue 360 que se coló en la vida cotidiana del sevillano. Desde publicidad exterior hasta acciones de street marketing y PR, denominación de los diferentes espacios del hotel, creación de la imagen de su nueva coctelería y hasta las colaboraciones con empresas locales (como la dulcería de Manu Jara o las flores de Verde Oliva), todo respiraba ese carácter verdaderamente sevillano.

Había que hacer una campaña de notoriedad: más que presentarse, el hotel tenía que reconocerse en los ritmos de la ciudad y compartir sus pasiones.

El resultado:

• De lo superficial a lo auténtico.
• De lo exclusivo a lo cotidiano.
• De “somos de aquí” a “somos para aquí”.

Resultados: Sevilla y Only YOU, match perfecto

Todo el mundo habló de Only YOU. Con un 44% de engagement en redes sociales y un crecimiento del +750% en seguidores, la conversación iba sola. 171 medios se sumaron al revuelo, y la campaña impactó a una audiencia total estimada de 31 millones de personas. 

Pero lo que es mejor: Sevilla no solo escuchó hablar del hotel, lo vivió como suyo. Y Only YOU no solo abrió un hotel, abrió las puertas a una relación. Y lo hizo con naturalidad, con soltura, y con buen rollo. Porque, al final, el lujo verdadero es sentirse como en casa, y Sevilla, amigos, es una casa de lujo, lujo categoría.